Desde los principios de la historia, el hombre creó elementos para medir, cuantificar y contar sus propiedades. Eso le permitió llevar un orden claro y una administración de sus recursos. Los albores de la contabilidad se dan prácticamente con el nacimiento de la economía familiar.

En el actual contexto socio-económico, se hace necesario que todos aquellos que posean una empresa – sean emprendedores, pequeños comerciantes o prestadores de servicios – conozcan los principios elementales de la contabilidad para adquirirlas herramientas básicas, llevar adelante registros de las operaciones de su negocio, interpretar la evolución de su empresa y tener una guía de análisis para evaluar el logro de los objetivos propuestos. Es fundamental que el emprendedor tenga un diagnóstico de la situación de su empresa.  Él debe tener la información anticipada y ser el principal responsable del emprendimiento, aunque recurra a los servicios profesionales de otras personas. Porque, en definitiva, “delegar no es ignorar”. A tal fin, es de suma utilidad el conocimiento y el manejo de un análisis FODA, como herramienta de estudio mediante la cual se realiza una evaluación de los agentes internos y externos que influyen tanto positiva como negativamente.  Solamente desde un sitio claramente diagnosticado, será posible iniciar el proceso de lanzamiento, desarrollo, expansión y consolidación de un proyecto económico. Poder reconocer tanto las fortalezas como las debilidades, poder anticipar tanto las estrategias óptimas como los errores comunes, poder registrar las acciones que se generan tanto del exterior como de la propia iniciativa: estos son basamentos claves para un emprendedor. Y todo proceso continúa desplegándose. Una vez que se sabe cuál es el punto de partida, es necesario ponerlo en movimiento. Con pasos seguros y con la estructura técnica-legal que todo emprendimiento requiere.

Por eso, los objetivos de este curso de Contabilidad para emprendedores son:

En primer lugar, la identificación y comprensión de las herramientas básicas de contabilidad, para aplicarlas de manera eficaz en un emprendimiento de negocio. Para el logro de este objetivo enunciado, se promoverá el conocimiento de las herramientas teóricas, pero – siempre- aplicadas a ejemplos prácticos. Se parte del concepto fundamental del orden: anotar, categorizar, fijar, reconocer aciertos y desaciertos, a fin de tomar decisiones sólidamente construidas.  Con ese fin, es primordial precisar y profundizar algunas definiciones básicas, como – por ejemplo – ingresos, gastos, registros, ganancia y presupuesto.

En segundo lugar, el logro del manejo de las fórmulas básicas de costo, fijación de precios y márgenes de ganancia. A partir de una clara identificación de los conceptos de costos, se procede a hacer una clasificación de los mismos y una aplicación a casos concretos modelizados.

En tercer lugar, la comprensión profunda de cuáles son las posibles alternativas al llevar adelante un emprendimiento, en función, tanto de los volúmenes de operaciones como de la naturaleza jurídica de la empresa.

Finalmente, la ubicación en el contexto actual, en cuanto los requerimientos de la normativa vigente.

Objetivos inteligentes son los que presentan las siguientes características: son específicos, medibles, alcanzables, realistas y realizables en un plazo lógico. Objetivos sólidos son los que plantea este curso de Contabilidad para emprendedores.